martes, 17 de noviembre de 2009

Canción para los días de la vida

Este día empieza a crecer, voy a ver si puedo correr...
con la mañana, silbándome en la espalda...
o mirarme en las burbujas.
Tengo que aprender a volar, entre tanta gente de pie
cuidan de mis alas, unos gnomos de lata
que de noche nunca ríen.
Si la lluvia llega hasta aquí, voy a limitarme a vivir
mojaré mis alas, como el árbol o el ángel
o quizás muera de pena.
Tengo mucho tiempo por hoy, los relojes harán que cante...
la la la la...
Y la espuma gira, en torno a mi piel
me han puesto manos, para hablarle a las cosas de mí...
y al fin mi duende nació, tiene orejas blancas,
como un soplo de pan y arroz, y un hongo como nariz
cuatro pelos locos y un violín que nunca calla...
solo se desprende, y es igual a las guirnaldas.
Este día es algo de sal, me dejó vibrando al nacer
pesa y es liviano, como un hilo sin nombre...
suena un poco a mi guitarra
Tengo que aprender a ser luz, entre tanta gente detrás
me pongo las ramas, de este sol que me espera
para usarme como al aire...
Y es que al fin, mi duende se abrió,
tiene un corazón de mantel y batón,
y un guiño, al ver que todo es verdad...
ya los gnomos cuiden, a un violín que siempre canta...
nunca se adormece, y es igual a las guirnaldas...
y es que nunca calla, solo se desprende...
y es igual a las guirnaldas...


Spinetta- A 18' del sol-

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